La industria global del aceite de palma está adoptando avances tecnológicos para mejorar la sostenibilidad y eficiencia en sus procesos. Recientes estudios han destacado la implementación de nanocelulosa derivada de la biomasa de palma, un material innovador con aplicaciones en envases alimentarios, productos farmacéuticos y dispositivos electrónicos.
Además, la biotecnología y el mejoramiento genético están permitiendo el desarrollo de variedades de palma más resistentes a enfermedades y con mayor rendimiento por hectárea, reduciendo la necesidad de expandir las áreas de cultivo.
Estas innovaciones no solo aumentan la productividad, sino que también contribuyen a prácticas agrícolas más responsables, alineándose con los objetivos globales de sostenibilidad y reducción del impacto ambiental.